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Detesto a los que me privan de la soledad y sin embargo no me hacen compañía. Irving Yalom


La esperanza es desear que algo suceda,
la Fé es creer que va a suceder,
y la valentía es hacer que suceda.

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lunes, 5 de junio de 2017

The Serranitoh. capítulo 1-c. Y último

Tras ese primer beso, el silencio se ha convertido en el convidado de piedra entre nosotros. Simplemente nos pusimos a andar y hemos terminado en una de las calles comerciales de la ciudad sin saber muy bien cómo hemos llegado hasta ahí.
Mi cabeza no deja de dar vueltas y de hacerme preguntas. ¿Qué pasará ahora? ¿le invito a mi casa? Pero pensará que soy una fresca. ¿Y por qué iba a pensar eso? imagino que él también tendrá ganas de sexo, ¿no? bueno, en realidad, a lo mejor no le he gustado, a lo mejor es de los que "regalan" besos. Venga, Maripili! ¿qué tonterías estás diciendo?No, perdona, no es ninguna tontería, el beso no entraba en los planes de hoy. Sí, claro, entraba tirártelo a lo loco en tu casa de forma salvaje, a mí no me engañas!. Vale, coño, pero una cosa es tirármelo de forma salvaje y otra que me bese a la salida del restaurante! y las caricias, y los jugueteos...Tú estás tonta, Maripili, ¿no te estarás enamorando?. Anda! no digas tonterías! ¿cómo voy a enamorarme de un tipo al que prácticamente no conozco y al que tan sólo he besado una vez?. Tienes razón, sería de locos.

- Maripili, tendrás que perdonarme, llevo todo el paseo callado pensando en mis cosas.
- ¿Qué? ¿eh? sí, no pasa nada, no te preocupes, yo estaba distraída fijándome en lo maravillosa que es la arquitectura de los barrios antiguos de la ciudad.
- Sí, tienes razón. La verdad es que vives en una ciudad preciosa. Emmm....no sé cómo planteartelo, pero la verdad es que el beso que nos acabamos de dar me ha dejado tan.....me ha parecido tan......ha sido tan.....uf! no consigo arrancar! jajaja. Como te decía, que me apetece ir contigo a tu casa si a ti te apeteciera también, pero después de este beso, también me gustaría dejarlo así, irme a mi ciudad, y pensar en nuestra siguiente cita.
Oh-Dios-Mío! ¿has oído? ¿y ahora qué le digo? joder joder joder.....
- Vaya....la verdad es que a mi también me ha gustado mucho, y también tengo ganas de ir a mi casa. Vamos a casa, te invito a un café, sin presiones, de verdad, ¿y hablamos de nuestra siguiente cita?
- Muy buena idea, perfecto, Maripili.
Joder joder joder...y ahora, ¿qué?

- Bueno, pues esta es mi casa....¿Cómo quieres el café? ¿sólo, cortado, con leche?
- Contigo.

jueves, 18 de mayo de 2017

Loh Serranitoh. capítulo 1-b

Joder! qué tirón! claro, intentar girarte con estilo cuando careces de él, significa contractura seguro! Pero ha merecido la pena....O eso creo! no es como en las fotos que me había enviado. En algunas cosas es mejor. Sí, creo que haciendo balance de todo, y si este dolor en el cuello me deja razonar unos segundos más, creo que en vivo y en directo, está mejor que en las fotos.
Él me sonríe y directamente posa su mirada sobre mi escote. Esto va bien! además es capaz de mantener la conversación mientras me estudia. La cosa promete!
Caminamos hacia el restaurante y durante el trayecto, de forma disimulada, roza mi mano en un par de ocasiones. Ains! que esta noche triunfo!
El momento de elegir menú siempre es delicado. Debe ser algo que no te provoque mal estar, que dé la sensación de que no eres una milindres comiendo, pero debe ser algo que puedas atacar con cuchillo y tenedor. Creo que un segundo plato de pescado y verdurita es perfecto!
Pan para dos, ligeros roces bajo el mantel, un "prueba mi carne, está en su punto" que recibe un " pues el pescado está delicioso, prueba", una botella de vino que alegra nuestros ojos y un postre a medias es el perfecto final para una comida de ensueño.
Al salir del restaurante, me abre la puerta galante y me coge de la cintura para invitarme a salir. Mi espalda se tensa, intentando transformar mi piel en una sustancia pegajosa que consiga que su mano no pueda liberarse nunca. Como si mis deseos impronunciados y mi mente fueran un libro abierto para él, su mano sigue apoyada en mi cuerpo aún después de salir del restaurante. Al sentir una ligera presión que me acerca a su cuerpo, decido apoyar yo también la mano en su cintura, y así, con la respiración contenida y el deseo de que el tiempo se pare, sus labios acarician los míos en uno de los besos más tiernos y suaves que pueda nunca recibir una mujer.

martes, 9 de mayo de 2017

The Serranitoh. Capítulo 1

El amor lo puede todo, el amor lo puede todo, el amor lo puede todo.....este es el mantra que me repito a mi misma desde hace un tiempo.
Todo empezó durante el verano del año pasado. Estaba yo tan feliz divorciandome de mi marido cuando le conocí. Dicen que internet aleja a las personas, que las aísla, como no podía ser de otro modo, la regla no se cumple conmigo.
Tenía un maravilloso blog que me ayudaba a compartir mis miserias en la blogosfera, así las penas eran menos, y por un comentario en uno de mis escritos, empezamos a hablar de forma privada. Nos pasamos muchas horas frente al ordenador hablando de todo a la vez, y la llama de la ilusión por alguien especial comenzó a brillar.Durante el mes que duraron nuestras conversaciones por chat, yo había comenzado una dieta que fue cogiendo fuerza con el paso de las semanas, el enamoramiento es lo que tiene, te quita el apetito. Ya me había gastado la mitad de la nómina en modelitos nuevos de una talla menor en previsión a la cantidad de kilos que iba a perder. No intentéis entenderlo, por la misma razón por la que los vendedores de zapatos aún nos siguen estafando con la milonga de que esas maravillosas botas de piel auténtica por el irrisorio precio de 150€ que te aprietan el pie cederán, nosotras siempre nos compramos la ropa pequeña con la ilusión de que tras la dieta, nos quedará impecable.Lo malo, es que la ansiedad me da hambre, así que la semana anterior a encontrarme con él, mi apetito voraz ocasionó que esos modelitos que había comprado, me quedaran pequeños. Me planté en el fin de semana F a unas horas del día D con un ataque de ansiedad horrorosa porque mi pelo estaba absolutamente indomable, aún tenía los puntitos rojos en las piernas después de hacer ya 3 días de la cera, y sin nada que ponerme!!!!!
Los planes estaban claros, comidita en un restaurante de moda, paseíto romántico por las calles y....lo que surguiera. Claro! es muy fácil crucificarme! como vosotros tan sólo lo estáis leyendo! pero yo soy una mujer con mis necesidades,  y llevaba todo el año sin satisfacerlas, así que cuando me surgió la posibilidad, francamente, lo primero que hice fue pedir cita para hacerme la cera.
El día ya empezó mal. Los nervios no me dejaron dormir bien y a las 6 de la mañana ya estaba en pie dando vueltas por la casa sin saber muy bien qué hacer. Si esto me ocurriera todos los días, dejaría de llegar tarde a trabajar y quizá mi jefe me empezara a mirar con más respeto.Me metí en la ducha y decidí dedicar la mañana a mimarme; masajes, pedicura, hidratación, vamos, lo que viene siendo un completo. Tenía tiempo de sobra, así que cayeron 3 ó 4 cafés durante la mañana. Terminé el ritual hacia las 12 de la mañana, así que me maquillé y decidí sentarme en el sillón tranquilamente a fumar un cigarro antes de vestirme. Tanta relajación, mimos y un par de paracetamoles hicieron el resto, me quedé dormida! Cuando la típica pesadilla recurrente me despertó mientras caía al vacío, no sabía muy bien ni dónde estaba ni quién era. Un primer vistazo al espejo lo dejó claro: era una puñetera loca, con los pelos de nuevo de punta y el maquillaje corrido. Además, me había quedado dormida con el cigarro encendido y mi sillón tenía un precioso boquete. Mierda, mierda, mierda! me cago en San Murphy! en una hora debía estar en el centro de la ciudad y tenía que volver a meterme en la ducha!Bien, no hay dolor. En menos de 15 minutos, ya estaba con el pelo más o menos colocado acorde con las leyes de la gravedad, y los 3 kilos de maquillaje habían pasado a ser una mínima capa de crema con color y un poco de rimel.Me metí dentro de lo que pensaba que me quedaba mejor: unos pantalones piratas y una camiseta ligeramente ceñida con un escaso pero sugerente escote, y salté a la calle.- Joder! la vecina de abajo! tengo que dejar de bajar por las escaleras, esta santa mujer se tira el día limpiando la mirilla!- Hola, Maripili, ¿dónde vas tan guapa? anda que, hoy te has despertado pronto, ¿no puedes dormir?. Madre mía, no me extraña, con el calor que está haciendo por las noches, es prácticamente imposible dormir.Ayer se lo decía yo a Juanita, la del 2º B...- Tere, perdóneme, pero llevo un poco de prisa, a la vuelta la veo.Oh! el autobús! ¿quién me mandaría a mí ponerme medio tacón?! ESPERE, SEÑOR POR FAVOR, NO CIERRE! bien! ya estoy arriba, parece que el día no será tan malo después de todo.Después de más de media hora en el metro, parece que por fin llego al centro. Un ejército de pocoyós, doras y un spiderman con sobrepeso, me cierran el paso, pero con un par de ágiles movimientos de cadera, llego al lugar pactado con tan sólo 15 minutos de retraso. Son las 2 y cuarto y no hay nadie en la fuente de la plaza. No puede ser! ¿me ha dejado tirada? ¿cómo osa...?- Hola. ¿Maripili?El tiempo se para. Alguien me roza la cintura y consigue erizar cada poro de mi cuerpo. No le he visto aún la cara pero, ¿es demasiado pronto para declararle amor eterno? Como si de un anuncio de champú se tratara, me giro lentamente mientras mi melena ondea al viento.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Para leer cada día al despertarte...

Me doy permiso para no ser una víctima.

Me doy permiso para separarme de personas que me traten con brusquedad, presión o violencia, de las que me ignoran, me niegan un saludo, beso, abrazo…Las personas bruscas o violentas quedan ya, desde este mismo momento fuera de mi vida.
Me doy permiso para no obligarme a ser “el alma de la fiesta”, el que pone el entusiasmo ni ser la persona  dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan.
Me doy permiso para no entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularles con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso.
Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme.
Me doy permiso para dejar que se desvanezcan los miedos que me infundieron en la infancia. El mundo no es sólo hostilidad, engaño o agresión: hay también mucha belleza y alegría inexplorada.
Me doy permiso para no agotarme intentando ser una persona excelente. No he nacido para ser la víctima de nadie. No soy perfecto, nadie es perfecto y me permito rechazar  los esquemas ajenos: un hombre sin fisuras, rígidamente irreprochable. Es decir: inhumano.
Me permito no sufrir angustia esperando una llamada de teléfono, una palabra amable o un gesto de consideración. Me afirmo como una persona no adicta a la angustia. No espero encerrado o recluido ni en casa, ni en un pequeño círculo de personas de las que depender. Soy yo quien me valoro, me acepto y me aprecio.
Me permito no querer saberlo todo,  para no estar al día en muchas cuestiones de la vida: no necesito tanta información, tanto programa de ordenador, tanta película de cine, tanto periódico, tanto libro, tantas músicas.
Me doy permiso para ser inmune a los elogios o alabanzas desmesurados: las personas que se exceden en consideración resultan abrumadoras. Me permito un vivir con levedad, sin cargas ni demandas excesivas. No entro en su juego.
Me doy el permiso más importante de todos: el de ser auténtico.
 No me esfuerzo por complacer. Es sencillo y liberador acostumbrarse a decir “no”.
No me justificaré: si estoy alegre, lo estoy; si estoy menos alegre, lo estoy; si un día señalado del calendario es socialmente obligatorio sentirse feliz, yo estaré como estaré.
Me permito estar tal como me sienta bien conmigo mismo y no como me ordenan las costumbres y los que me rodean: lo “normal” y lo “anormal” en mis estados emocionales lo establezco yo. 
JOAQUÍN ARGENTE

miércoles, 15 de octubre de 2014

Reflexiones de una chica

Esta entrada existe gracias a Rhune/Exter que ha sabido darme en todo el "bébe". Gracias, amiga!

Cuando cumplí 14 años esperaba algún día tener un novio A los 16 tuve un novio, pero no había pasión. Entonces decidí que necesitaba un chico apasionado, con ganas de vivir.
En la facultad salí con un chaval apasionado, pero era demasiado emocional.
 
Todo era terrible era el rey de los dramas, lloraba todo el tiempo y amenazaba con suicidarse. Entonces decidí que necesitaba un hombre estable.
Cuando tuve 25 años, encontré un hombre estable, pero aburrido. Era totalmente predecible y nunca le excitaba nada. La vida se hizo tan plomiza que decidí que necesitaba un chico más emocionante.

A los 28 encontré un novio excitante, pero no pude seguir su ritmo. Iba de un lado para otro sin detenerse en nada. Hacía cosas impetuosas y coqueteaba con cualquiera que se le cruzara. Me hizo tan miserable como feliz. De entrada fue divertido y energizante, pero sin futuro. Entonces decidí buscar un hombre con alguna ambición.

Cuando llegué a los 32, encontré un muchacho inteligente, ambicioso y con los pies sobre la tierra. Decidí casarme. Era tan ambicioso que me pidió el divorcio y se quedó con todo lo que yo tenía.


Ahora, a los 40, me gustan los tíos con la polla grande. Y punto.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Un robado

Esto sí que es un robado auténtico, se lo he mangado a Bubo pero no se lo digáis. 
Qué hacéis que no le seguís?


Lo siento...

Siento ser un gallina y mostrarte mis miedos, o guardármelos para que no los compartas. Siento ocultar mis sentimientos, o enmáscararlos con palabras. Lo siento porque mi cara siempre me delata y terminas encontrándolos incluso antes que yo. Siento tener tanto miedo al dolor, que solo olerle ya me da miedo, siento que no me guste y lo que más siento es que cuando aparece vuelvo a ser un hombre de piedra y entonces ni miedos, ni sentimientos, ni tú ni nadie me van a doler. 

Siento ser un payaso. Danzar en mitad de la calle cuando las vecinas me miran, provocar tu sonrisa para que ilumines la ciudad. Siento ser ridículo arrastrarme a tus pies mendigando una caricia y que escondas tu cara detrás de un té helado mientras me pides que me levante. Siento ser ese tipo que no deja de reir ni siquiera en un entierro, recordando al difunto, sus chistes, y su alegría aunque ya no esté aquí. Siento que el corazón me pida gritar cuando me abrazas y que todos conozcan que no puedo estar sin ti. 

Siento ser padre, y hermano y amigo porque no puedo dedicarte todo el tiempo que quiero. No puedo dedicarte aquella puesta de sol que vi en el noventa y nueve con un una botella de whisky tirando piedras al mar. Siento que no estuvieses cuando aquella chica me besó y me hizo estremecer hasta estar dos días sin probar bocado. Siento que no hayas visto mi vida en directo como yo para que me puedas explicar porque a veces soy así. 

Siento que me guste el rock & roll y la gente que canta con letras que entiendo. Recoger la mesa después de comer cuando antes nunca lo hacía. Tener la manía de tirar la ropa en el suelo. Mirar fotos y reir, o llorar tragando saliva para que nadie me vea. Mirar al buzón esperando que llegue una carta escrita a mano. Lanzar las colillas a tres metros de mi, esconder servilletas en todos los cajones garabateadas con dibujos y letras. Ocultar, el tiempo prudencial, una caja que ya debería estar en la basura. Tener un señalador en cada libro y un sombrero siempre en la puerta. Búhos por toda la casa y una barba de varios días. Lo siento. 

Pero lo que más siento es...
que el alma que te niegas
está en mi corazón,
cada vez más grande,
llenándome de vida
mientras tú te niegas una.