Tengo pendiente contaros lo bien que me lo pasé en la presentación del libro de Lili, pero como ya voy por la mitad (del libro, claro), pues me voy a esperar un poco y ya os narraré la presentación y haré un crítica totalmente objetiva del libro como es mi costumbre, pero primero os contaré cómo he salvado una vida justo ayer...bueno, a una familia entera!!!!
Os he contado en varias ocasiones lo que me asusta a mi un bicho, ya sea volador, reptador o cojonero sin más aspiraciones en esta vida.
También os he hablado que era precisamente eso lo que echaba de menos de tener un hombre en casa, un hombre, no un marido, la capacidad que tienen para camuflarse con el entorno, sacar pecho y decir: "no te preocupes, nena, yo te salvaré de este ataque, échate atrás, déjame sitio para trabajar". A falta de un hombre como Dios manda, desde hace un par de años me tengo que enfrentar a estas criaturas hechas de la mismísima piel del demonio yo sola. Pero comencemos desde el principio.
Sí, lo reconozco, hay una ventana en mi casa que hace que no ve el cristasol y el amoniaco desde hace meses. Siempre la tengo con la persiana y el estor bajado, así que soy consciente de que para un bicho es como encontrarse una casa que okupar con muebles y todo, vamos, un chollazo.
Desde que tengo tanto tiempo libre, ya que los espárragos por ahora son historia, intento matar el rato blogueando (la escasa participación en vuestros blogs y el retraso imperdonable que llevo, os harán ver que precisamente tiempo libre es lo que menos tengo....cosas de la vida!) y para ello, necesito luz y airecito y es en verano cuando subo el estor y la persiana malditas.
Y allí estaba: una abeja enorme, la madre de todas las abejas cosmopolitas, el abejón del siglo, un puñetero Boing 747 con remolque.
Mi intención era dejala vivir, pobrecilla, además mis futuros inquilinos agradecerían el extra que ofrece mi casa de tener miel pura y ecológica, pero el problema era que al tener la ventana abierta, corríamos el riesgo de que se colara, y así pasó.
Una tranquila tarde de junio, un ser infernal con traje a rayas decidió invadir mi ventana. Con planeamientos estudiadísimos, conseguía sobrevolar la rendijilla que quedaba abierta y desde fuera, mirarme, señalarme y reírse, como retándome a que yo fuera capaz de permanecer en mi silla inalterable. Qué poco me conoce!!!!! en cuanto apareció mi chochete, el instinto natural de supervivencia inundó mi cuerpo y una valentía de la que tan sólo puedo hacer gala cuando me enfrento a una muerte segura, me dio fuerzas. Me acerqué al escobero y cogí el "fli". Con el miedo nublándome la razón, pero sabiendo que debía enfrentarme a mi pesadilla, agité el bote. Adopté la posición de ataque, abrí la ventana, y la rocié sin compasión.
En ese mismo instante, miré a la muerte a los ojos cuando del pitorrillo no salió ni tan siquiera un escupitinajo. Ni aire!. Nada. Debía tomar una decisión rápidamente, nuestra vida (la de mi chochete y la mía) corrían un grave peligro....
Me debatí durante unos segundos entre dos aguas, tenía dos posibles soluciones, llamar de inmediato a la mudanza para que ellos recogieran mis cosas y salir corriendo a casa de mamá, o pegarle con el bote en la cabeza a la abeja. Tras un segundo de duda, decidí por una vez ser racional (además me acordé de que tenía otro bote de "fli" en el escobero) y corrí para salvar nuestras vidas hacia el mueblecito de la entrada.
- Tranquila, chochete, mamá está aquí!
Después de ver el pánico en la cara de mi hija, sabía que tenía que responder como una supRehéroe, así que agité el bote, miré a la abeja a los ojos y grité:
- Somos tú y yo, frente a frente, estoy armada y soy peligrosa, ya no tengo miedo, no tengo nada que perder.....BANZAAAIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!
Y rocié sin miedo al insecto volador hasta que el dedo perdió la sensibilidad.
He instalado cámaras de vigilancia en toda la terraza que controlan la ventana maldita las 24h. del día y por ahora, ese bicho asqueroso no ha osado volver.
La cara de orgullo que me dedicó mi chochete, acompañará mi recuerdo si algún día vuelvo a vivir un episodio tan cruento como el del otro día.
Ahora, tan sólo puedo decir una cosa:
BICHOS SUREÑOS, ESTOY PREPARADA. A PARTIR DE AHORA SEREMOS VOSOTROS CONTRA MI, Y SOY PELIGROSA.
He visto las fotos en el blog de Lilly... pero que requeteguapasss sóis... me ha echo iluuuu... los bichos contigo por ahiii va a quedar en peligro de extinción.:-)
ResponderEliminarGracias Mari-naaaa requeteguapa la lili, yo tan sólo del montón, y menudo montón!!!!
EliminarOhhhhhhhh..... dios, gracias!!!!! he ido al blog de Lili y he visto las fotos...que guapas estáis cacho tías....ha sido culpa de marina que me ha tentado con su coment...tú con los voladores y yo con las putins arañas....
ResponderEliminaryo te protejo de las arañas y tú a mi de los voladores, hay trato, Maritina????
Eliminarcacho tías???? yo sí, lili tan sólo una mitad de cachotía jajajajaja
Cuando trabaja en la droguería en primavera se nos metían en la tienda unas abejas que eran como pelotas de golf con alas. Lo bueno de esta gente es que al ser tan grandes vuelan despacio y es más fácil atizarles o darles con un spray.
ResponderEliminarEsperemos que no vuelva a visitarte con su madre ;P
Ya está, Doctora, ya lo has conseguido. Me sentía valiente y fuerte y tú has acabado con esa sensación tan placentera....qué chungas sois las de barrio bajo!
EliminarEl otro día entró una libélula en casa y tuve que echar el cuerpo a tierra en un primer momento. Luego usé la táctica Rajoy, esperé, esperé, esperé y al final el bichejo..se largó mirándome con cara de mala hostia.
ResponderEliminarjajajajajajajajaja osea, que tú eres marido, no hombre, no Marusand?
EliminarJajajajaja!!! Ya te vale, me imagino tu cara de pánico pero dándolo todo por tu chochete. Lo que vales, eres una madre coraje :P.
ResponderEliminarUn beso enorme!!!
PD.- Y tu chochete no se partía de risa viendote correr como una loca por una abejilla de nada?
PD2.- Ya tienes lo más importante para adaptarte al sur: el don de la exageración y sentido del humor :-)))))
Mi chochete tiene pánico a los bichos! no sé a quién se parecerá...
EliminarLili, es que yo por mi chochete, ma-to!
JAJAJAJAJAJAJAJAJJA Dios! Eres la caña!
ResponderEliminarYa lo sé, Ray....(jijiji)
EliminarJajajaja! lo que me he reído, Maripili.
ResponderEliminarYo soy así pero con las (putas) arañas (de los cojones), ajjjj! qué tirria me dan!
Un día sin raid probaba a matarla tirándole un zapato...ni se movía, le faltaba decirme:
-Si no me vas ni a rozar.
Un besote, Valiente!
P.D. no la maté.
Arañas aún no tengo...pero vamos, tampoco me dan asco, yo te defendería, Marishreki.
EliminarOsti tía, la que has liado con la abeja... jajajajaja, por cierto, me encanta la palabra "fli" para referirse a los insecticidas y similares :D
ResponderEliminarFli y fu-fú también sirve.
Eliminarera más espectacular antes, cuando aún tenía terraza en el salón. Tenías que ver cómo me deshacía de las polillas....me faltaba el salacof y el machete cortador de hojas...
Maripili, te leo siempre aunque no te comente, y te has superado. ¿No has pensado en recopilar tus entradas en un libro? sería genial y muy divertido. Arturo Pérez Reverte lo hizo con las columnas que publicaba en un periódico.
ResponderEliminar¡Llévate del blog de Martina y mio las frases que quieras!
A las amigas no se les niega nada.
Besos para ti y tu familia
Ostras Rosalía! publicar???? no, no son tan buenas las chorradas que escribo...jajajaja muchísimas gracias de todas formas, viniendo de ti es todo un honor, un piropazo y he engordado de golpe como 100kilos.
EliminarComo podrás ver, ya me las he llevado! que morro tengo...pero lo bueno, hay que compartirlo con el resto de los mortales.
Repartiré los besos entre mi niña y yo, única familia que puedo reconocer.
Esto... ¿has pensado en mosquiteras?
ResponderEliminarcon mosquiteras, mi vida sería muchísimo menos interesante, Marububo. Necesito el subidón de adrenalina que me da la lucha cuerpo a cuerpo.
EliminarTia te recomiendo terapia de choque. Mi ex les tenia pánico , si tía y es hombre.
ResponderEliminarAlquilamos un verano una casita con piscina en el sur. en la escalera de acceso a la piscina había un nido de abejas o avispas no se decirte. Pero cuando el sol se metió en la piscina , vamos que si se metió.
Tu al menos superaste el miedo por proteger a tu nena. no por remojar el culo.
Cualquier excusa es buena, Celia.
EliminarEse chico entondes, era un marido, no un hombre.