Durante los últimos 2 años he vivido la historia de amor más bonita que podáis imaginar. Todos sabéis con quien: con Rayajo.
Esta historia se ha acabado pero no así el amor.
Me cuidó y me cuida. Me quiere y me quiso.
Por mi parte siento ternura, agradecimiento, un amor infinito y una pena muy grande. Un gran arrepentimiento por haberle herido, por no haber estado a la altura.
Dicen que no es malo ser egoísta, tan sólo hay que tener mesura. Yo he sido egoísta creyendo que si hacía las cosas como yo necesitaba y siempre desde el amor, todo iría bien y no pensé en lo que él necesitaba. Ahora sí lo veo. Necesita espacio y tiempo, y se lo daré.
Se me quedaron cosas en el tintero, como por ejemplo que me duele que me temas, aunque es razonable. Que siempre estaré, y que no son palabras vacías. Que esperaré a que me hables, a que me busques y a que me eches de menos.
Que voy a pensar en ti por encima mío ya que durante estos dos años casi nunca lo hice.
Que te estoy agradecida por el inmeso amor que me demostraste y que me demuestras cada día
Que yo también tenía y tengo miedo a que volvamos, y que tampoco estaba muy segura de hacerlo.
Que quiero protegerme pero que no sé cómo así que confiaré en ti que me conoces mejor que yo misma.
Estaré bien, no te preocupes.
Mi gran deseo será saber que eres feliz o que al menos la vida es buena contigo porque un ser tan especial y tan generoso como tú no se merece otra cosa que la serenidad.
Gracias.