La semana se le hacía larga esperando que llegara el domingo. Justo a las 11 y media, llegaba ella. Vestida en tonos pastel, con la falda recta justo por debajo de la rodilla, tan etérea, tan perfecta, virginal.
Se sentaba en el extremo del último banco, cerraba los ojos, agachaba la cabeza y se sumía en sus pensamientos. Su cara reflejaba preocupación, después tristeza y siempre terminaba con esa mirada serena dirigida a ti. Con un gesto de su mano, dibujaba la señal de la cruz en sus pechos prohibidos y acudía a verme.
De lunes a viernes me dedico a mal vivir. A pasar la semana esperando que llegue el domingo. Me ducho, me preparo y acudo a mi cita contigo.
Siempre estás esperándome en el confesionario, pero necesito vaciar mi alma de ansiedad antes de mirarte a los ojos.
Señor, no soy digna de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Llevo años esperando esa palabra tuya. Nunca llega. Mi alma y mi cuerpo no pueden más, necesito hablarle, necesito decirle lo que siento, le necesito a él.
Hoy está distinta. Hoy no veo la serenidad en su mirada. La deseo tanto. Que Dios me perdone pero no aguantaré mucho tiempo más sin decirla lo que siento.
Padre, perdóneme porque he pecado....Llevo tiempo enamorada de un hombre prohibido para mi.
Desde que le conocí no puedo dejar de pensar en él, en desabrochar su rosario de botones, arrancarle el grillete de su cuello y ofrecerle mi ser.
Ella está ahí, a escasos centímetros de mi boca, tan perfecta, tan bella. ¿Qué está diciendo? ¡se ha enamorado de un hombre! de un hombre prohibido.
Necesito salir de aquí. Señor, estás siendo muy cruel conmigo.
Padre, no puedo soportarlo más. Necesito acariciarle, besarle, sentirle en mi cuerpo. Necesito salir de aquí. Señor, estás siendo muy cruel conmigo.
De repente, sus miradas se cruzaron fuera del confesionario. La pasión reprimida, el ardor de sus deseos, el amor loco que dominaba sus razones se apoderó de sus cuerpos.
A trompicones consiguieron entrar de nuevo en el confesionario y con manos temblorosas se desnudaron el uno al otro. En el suelo se mezclaron la sotana con la falda, el alzacuellos con el sostén.
Sus manos dibujaban sus cuerpos, sus lenguas bailaban en sus bocas y sus ojos......sus miradas se observaban con delirio. Sus pupilas se perdían en el otro y sus cuerpos se acoplaban fundidos en el abrazo más perfecto.
Con miedo, pero con decisión, su erección consiguió penetrar en su sexo húmedo. Comenzó el baile del amor. Dos cuerpos siguiendo el ritmo que marcaban sus corazones. Los compases se aceleraron y las respiraciones se agitaron, terminando con la nota más bella que nunca hubieran oído.
Cuando sus almas volvieron a encontrarse con sus cuerpos sudorosos, la culpa y la vergüenza les embargaba, me miraban con ojos atribulados desde sus cabezas gachas, y fue cuando por fin hablé:
Podéis ir en Paz.
Muy bueno! eso es un amor prohibido y lo demás... son pollas!
ResponderEliminarbueno!! a saber cuántas veces ha pasado en realidad. si los curas se pudieran casar y llevar una vida normal, todo sería más fácil.
ResponderEliminarNunca he entendido esto, ....en fin!
mola leerte india;)
Como ollas, Ray!
ResponderEliminarPero es amor del bueno, del romántico.
Sandler, te aseguro que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, y te lo digo de buena tinta! en todos los años que tiene de historia el cristianismo, no conozco a nadie que haya oído hablar a Dios. (bueno, Moisés y tal, pero es que yo no me lo creo...)
Gracias por el piropazo, so guapo! al final me caerás bien aunque seas catalán, ya verás!
Virgen, virgen, virgen.... lo que hay que oir... jejeje.
ResponderEliminarMuy bueno el relato Maripili! Tienes que seguir con ese Vitroclen. Te sienta muy bien.
Espera, espera, espera... he leído bien?? Creo que sí. Pero es que mis ojos o posiblemente mis sentidos no están despiertos todavía. Sabes?? Tengo que volver a leerlo, pero tía, LO HAS CONSEGUIDO !!!. Es el mejor relato erótico-religioso que jamás he leído... Yo creo, que si le dices a tu Jefe (el falangista), que escribes estas cosas igual consigues el traslado que tanto deseas, o sea, el cambio de sección... ejem, ejem... Y cómo no se me había ocurrido antes, glupss, mezclar erotismo y religión ... De todas formas, que sepas, que estás ya medio condenada el infierno, ehhh.., pero no pasa nada.. Dicen que habrá ambiente allí.
ResponderEliminarBeso Mari.
Yo siempre he sido fiel, coletitas, a todo! pero en realidad, la inspiración para este relato no me la dió el vitroclen, sino el cuervo de Dios en mi última catequesis de adultos, en la cual nos insistía que Dios nos habla......
ResponderEliminarRombo, como veo que sigues cumpliendo tu promesa, hago como ayer, un comentario para tí solito
TOMA YAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!! joder Rombo! graciaaaaaaaaaas!!!!!!! Dios! de verdad! me he emocionado!
ResponderEliminarLa escribí ayer por la mañana y estaba deseandito publicarla! porque Prados soleados es muy importante para mí sino, habría atrasado la publicación de la viñeta para colar esta...cuando me siento "orgullosa" de una entrada, me quema en la bandeja de borradores!!!!
Joder, gracias otra vez.
Ah! si yo le enseñara a mi jefe lo que escribo, no sólo dejaría de tratarme mal, sino que me subiría el sueldo. Con lo que le gustan a él las lobitas! jajaajja
Yo nunca me gané el cielo, pero en el infierno tengo una parcelita de lo más molona. Cuando quieras, te invito.
MUACK!
Puedes estar más que orgullosa, Maripili. Es buenísimo, justo y también me ha parecido romántico. Y el final, perfecto: podéis ir en paz.
ResponderEliminarTe ha salido un relato genial, no vas a ir al infierno por él ni mucho menos, al contrario.
Mil besazos.
Solo puedo decir una cosa:
ResponderEliminarAmén
Gracias Jana!!!!!!! jo...ya me había emocionado con la idea de arder eternamente....jajajaja
ResponderEliminarGuau, Nuda! viniendo de tí, es un gran comentario. MUACK
Maripili! yo me he puesto cachonda y todo... :D
ResponderEliminarMaripili cada día me sorprende más lo bien que escribes, me ha gustado muchísimo y veo que vas bien con la inspiración divina ;)
ResponderEliminarjajajajjajajaja mari que te excomulgan!!!
ResponderEliminarChica que subidón,jajajja. Muy bien Maripili!! me ha gustado.
ResponderEliminarEn la vida real debe de haber de estos hechos a mogollón porque no dejan de ser hombres.
En mi barrio donde crecí el curo vivía con una "sobrina", era la que más gritaba en las misas (era en la época de la primera comunión) y era un secreto a voces que ni sobrina ni leches, sería su mujer.
Es que esas cosas son las que la iglesia deja de tener seguidores, porque estan anclados en el pasado, y el más retrógrado.
Un beso, me gusto Maripili!.Amelia.
Exter! cachonda????? jajajajaja tenías que conocer entonces al cura que me caso....aaayyyy omá! jajajajaja
ResponderEliminarjijiji marikeka, un final perfecto el de tu comentario....
Gracias por los piropos nunca merecidos, guapa. MUACK
Virgen santísima!
ResponderEliminarMaripepi, no tengo clara la relación entre el relato y tu comentario....
ResponderEliminarGracias Amelia. Sí, es de dominio público que a los curas son a los únicos que todo el mundo llama padre menos sus hijos que los llaman tíos, y tampoco estoy de acuerdo con el voto de celibato, pero asín eran las cosas en la época de los dinosaurios y la iglesia no ha evolucionado ni un poco.
Ellos sabrán! aunque algo me dice que el emporio no caerá nunca.
Otro beso para tí.
jajajaja Mariné! virgen del amor hermoso! jajajajaaj
ResponderEliminarSi existe el Paraiso va a ser un sitio aburridisimo... No va a estar ni Dios...
ResponderEliminar;-)
Estoy de acuerdo, maruoli, de hecho, creo que estarán Dios y Cristo solitos los dos. Y su madre! jajajajaja
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