Nuestra generación

Ayer, hablando con una amiga de la infancia, me decía que mucha gente de nuestra generación estaba en la misma situación que nosotras, no sé muy bien cómo definir la famosa situación, dejémoslo en una gran falta de armonía y equilibrio, vamos que estamos fatal. Yo eso lo he pensado muchas veces y creo saber por qué, esto nos viene de la infancia y los dibujos que nos tocó ver de pequeños, por ejemplo: Heidi, la niña esta que vivía en los Alpes y andaba todo el día descalza correteando por ahí, pero no tendría frío??? con Pedro p’arriba y p’abajo, la cabra y la amiguita Clara en silla de ruedas, luego el pobre abuelo, tan viejito, que te inspiraba una penita…y yo me pregunto, esta niña, no tenía padres???? Que penita, no?? Con lo mal que lo pasaba ella cuando se la llevaban a la ciudad…luego está Marco, os acordáis de Marco??? Pobre niño, este sí tenía madre pero para lo que le sirvió, la mujer se tuvo que ir a buscarse la vida por ahí, ya estamos con el drama de la emigración y el pobre niño buscándola por todas partes con un mono a cuestas…muy triste!!! Aunque la que se lleva la palma y de qué manera, que todavía me acuerdo yo de ella a mis casi 36 años, es Candy Candy, tan mona ella, con sus coletas, ese pelo rubio…pero más triste, como dice Mariloli, tenía un salero y un desparpajo la niñaaaa….y luego ya para rematarlo, se nos muere chanquete!!! Hemos sido los niños de la tristeza y la depre, si es que nos tocó llorar por todos!!! No había dibujo que se salvara, ni a los pobres diminutos les dejaban en paz, siempre había alguien que quería cazarlos… que horror!!!

Pero luego llegamos a la adolescencia y al auge de las telenovelas, otro fracaso igual, ala!! A llorar otra vez, la primera telenovela que recuerdo que me tuvo el culo anclado al sofá fue Cristal, os acordáis de Cristal??? Tan guapa ella, super modelo y tan puteada por la que luego resultó ser su madre, y el Luis Alfredo que estaba loquito por ella pero estaba el pobre casado con una loca que les hacía la vida imposible…que panorama, todo esto nos tocó a nosotros sufrirlo y llorarlo…pero así cómo vamos a estar????

Yo veo a mi hijo que se traga todas las noches a Bob esponja y pienso: qué aprenderá con este bobo??? Si sigue así, mi niño terminará tonto perdido pero por lo menos, será feliz.

Marijuli