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Detesto a los que me privan de la soledad y sin embargo no me hacen compañía. Irving Yalom


La esperanza es desear que algo suceda,
la Fé es creer que va a suceder,
y la valentía es hacer que suceda.

jueves, 14 de abril de 2016

Un buen día

La gente suele desconfiar de las personas serias y mal encaradas, pero yo no. Yo temo más a las personas sonrientes y amables. Son unas zorras!

La guarra que me hizo esto, era de esas campanillas con voz de pito que están siempre sonriendo, acompañan sus palabras con múltiples gestos de su cara y sus ojos y entre palabra y palabra te escupen un "cariño", "guapa" o "corazón". Yo siempre las veo como las niñas princesitas de familia numerosa, con 2 ó 3 hermanos que con 5 años te taladraba el tímpano con su estridente voz y que de mayor, aunque beba orujo diréctamente de la botella o se fume 2 paquetes de tabaco negro, sigue teniendo esa voz de pito que aún en las noches más silenciosas resuena en mi cabeza.

Bueno pues a mi me tocó trabajar con una de esas. 
Un día, la campanilla no sonaba tan aguda, yo ya no era su "corazón" y no gesticuló ni una sola vez en toda la mañana. La princesita estaba triste. 
Pues ese día, oye, ¡que yo me vine arriba! me hacía pícaramente feliz que la campanilla tañera más grave. Seguro que por eso me pilló desprevenida durante la conversación del café cuando empezó a gimotear sobre lo infeliz que en realidad era, que nadie entendía sus problemas y que necesitaba descargar su frustración conmigo. ¿Conmigo? 
Lo siguiente que recuerdo es despertarme en el hospital con todo el cuerpo dolorido.


2 comentarios:

  1. Nunca he soportado las voces estridentes. Me parecen... estridentes a la par que molestas, independientemente de lo que digan.
    Saludos.

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