Ella tenía claro que la vida se fundamenta en la capacidad que tengas de aguantar las ganas.
Dependiendo del tiempo que aguantes entre una copa y otra, eres más o menos alcohólica. Según lo que aguantes las ganas de follar, eres ninfómana o estrecha. Si te gusta jugar amenudo a las cartas, eres ludópata. Si no pasas un día sin entrenar, vigoréxico y así con todo.
Era presa de sus ganas. De sus ganas de fumar, de sus ganas de beber, de hablar, de criticar, de comer, de follar, de leer....
Hasta que un día decidió dejar de ser presa de las ganas y fue presa de sus vicios.
El caso es ser presa de algo leches.....
ResponderEliminarque me gusta a mi que me aten y sentirme presa....
EliminarYo compré unos patines y ahora me dejo arrastrar por el vicio. ¡Mucho mas divertido!
ResponderEliminarhombre! dónde va a parar! pero yo tengo un trauma infantil con lo de los patines así que tendré que pensar otra solución
EliminarLlego curiosa a las 4 Maris y me quedo un ratito. Acertó. Lo importante es ser libre para los buenos y para lo "malos" vicios. Un saludo.
ResponderEliminarEsa es la clave, Mara.
EliminarEspero que te guste nuestra casa. Por nuestra parte, estamos encantadas de tenerte por aquí