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Detesto a los que me privan de la soledad y sin embargo no me hacen compañía. Irving Yalom


La esperanza es desear que algo suceda,
la Fé es creer que va a suceder,
y la valentía es hacer que suceda.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Fin de fiesta 2

He pensado, que igual que comparto mis miserias, compartiré también mis estados miserables de ebriedad.
No es la primera vez que escribo yendo cargadita (para no dar dos viajes), y de repente pienso en Martina. La echo de menos, ella también comentó una vez yendo cargada y me encantó!
Os cuento el fin del día de hoy..
Empezó mal, bueno, normal: con broncas de mi jefe que no me corresponden y faltas de espárragos en la cámara. Ya no me afecta. O por lo menos, ya no me afecta tanto. 
4 de la tarde, fin de mi jornada laboral. Carrera a la estación de autobuses a comprar mi billete hacia la felicidad.
Al ir a aparcar, descubro que el sol me deslumbra y es imposible aparcar porque no veo el bordillo a mis espaldas. Una y otra vez me pego con la acera sin conseguir aparcar el coche. 
Del vehículo de delante se bajan una mujer (guapísima) y un señor. Son.....bajitos. vamos, que son enanos. Aunque mi jefe no es enano y es de la misma altura....
Bromeo con la mujer porque no soy capaz de aparcar, y el señor muy amablemente se ofrece a indicarme. 
Cuando por fín he conseguido aparcar el coche, ellos bajan sus maletas. Yo me  pregunto que debe ser jodido llevar 3 maletas que te llegan a la altura del pecho. Prefiero no mirar cómo se apañan para que mi mordacidad no me ocasione problemas mayores.
Conversación con la mujer de la ventanilla de la estación. (está salado este lacón o es que voy un poco pedo???)
A la pobre le he hecho un lío, primero no la digo el destino que llevo, una vez aclarado y sacado el billete y el seguro, me pregunta si viajo sola, la digo que no (por supuesto) voy con mi chochete...pobre.....ha tenido que anular el billete y volver a sacar otros dos y sus correspondientes seguros.
Por fin tengo mis billetes en la mano, la deseo feliz noche y que no se encuentre a más clientes como yo, ella me contesta que ojalá hubiera clientes tan graciosos, amables y sonrientes como yo. UUUaaauuuu! mola!
Kebab en menos de 10 minutos porque la mujer que controla la hora me está mirando mal desde el otro lado de la ventana. 
Arranco el coche y me dirijo al carreful de leganés a arreglar mi móvil que ha decidido morir en algún momento de esta madrugada. De camino me encuentro con el encargado del servicio a domicilio, y me cuenta que lo siente mucho, pero que ha hablado con su encargada y que no le dejan reservarme una monster high. "Te he pedido en algún momento que me hicieras ese favor?" "no, pero eres tan maja que se me ha ocurrido hacerlo. Siento no haberte conseguido la muñeca" "coño! como mola este tío".
El chaval de la tienda de móviles no es el que conozco pero en menos de 2 minutos me arregla el móvil y me regala una gamucilla para limpiar la pantalla del móvil. (Vaya! parece que al final la vida mola y aún hay personas cojonudas sueltas por ahí, tan sólo esperando a que las descubras)
Arranco el coche y me dirijo a mi barrio. Al salir, los planes están claros: tomar un café, comprar fruta (manzanas no, las tengo prohibidas por esos problemillas de salud que os contaba) y algo de comer mañana en la carnicería de mi amigo y del Legi.
Café. Mientras lo pido, una borracha al lado mío decide que soy muy simpática y me invita a una copa. La aviso que no me gustan las mujeres (por lo menos, ella no). Se ríe. Nos hacemos amiguísimas de la muerte al comprobar que ella y su hermana (que está más borracha que las dos juntas) son de la misma ciudad a la que pretendo mudarme en breve. La vida y el mundo es un puñetero pañuelo, te lo aseguro. 
Empiezan las risas y los bailes. 
Ensaltación de la amistad y besos y abrazos por do quier. 
Terminamos haciendo un dueto la dueña del bar y yo al ritmo de "la quinta estación" mientras la hermana más borracha de las dos le mete la chapa a la pobre camarera del bar. (¿Para eso la pagan, no?)
8 y pico: "coño! me cierran la carnicería". "pues yo había quedado con la mejor amiga del amigo del nuevo novio que me he echado en Salamanca", me dice la hermana borracha. "Pues te acompaño hasta la esquina y tú vas a donde has quedado y yo a la carnicería" "pues vale".
El dueño del bar nos ha guardado los restos de los segundo chupitos de hierbas en un tupper y nos hemos ido.
Al terminar en la carnicería he vuelto al bar y ahí estaba mi chupito. 
Me lo he terminado y ahora, con dos chupitos de hierbas en el cuerpo, estoy más pedo que Alfredo. 
Coño! se supone que no puedo mezclar antibiótico con alcohol!
Va a ser eso, que me ha sentado mal.....

7 comentarios:

  1. Guao! Chupito en Tupperware! La bomba!!!

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  2. Ha sido una de las cienmil tonterías por segundo que he sido capaz de decir en el bareto, Ray. En realidad, lo que ha hecho ha sido quitarle el hielo y dejar el vaso en la barra jajajajajajaja

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  3. pues como idea no es mala: Ya imagino el bar: Tupperchupitos!

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  4. El último chupito...ese ha sido el que te ha sentado mal....como si lo viese.

    Mira que horas!!! vengo ahora de las pre-uvas de sol....se me ha ido un poco de las manos.

    Reina... y un café antes de que te mudes....? a las 5 en la fuente? pero sin chupitos y sin karaoke...bueeeeeeeeeeno venga...un completo!

    Buena salida (juas!) y mejor entrada! ( o cómo coños se diga).

    Besitos

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  5. Pues sí, Ray, ya han inventado los garitos hechos de hielo, por qué no los tupperchupitos?


    Marishreki, ese café está hecho, antes de mudarme y después también, faltaría más!
    Sí, fue el último chupito el que me sentó mal, ahora lo sé....
    De las pre-uvas....que desvergüenzamiento......

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  6. uff yeah!! más pedo que Alfredo, mi excompañero de piso de la meseta siempre lo decía...qué recuerdos;)

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  7. Tuviste un compañero de piso extranjero????? guau! que internacional eres, MArusand

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