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Detesto a los que me privan de la soledad y sin embargo no me hacen compañía. Irving Yalom


La esperanza es desear que algo suceda,
la Fé es creer que va a suceder,
y la valentía es hacer que suceda.

martes, 3 de enero de 2012

Un señor de Cuenca

Ayer fui por tercera vez en una semana al médico.
Uno de mis problemillas que os contaba, es un señor de Cuenca que tengo alojado en mi cadera. La semana pasada fui a la doctora de las SS, desde aquí mi agradecimiento a la Dra. Nieto, es la pera!, y ella, nada más verme, se dio cuenta de que aquello que sobresalía era el señor de Cuenca que me tragué de golpe en el último atracón que me pegué allá por agosto. 
Como dicen que es bueno una segunda opinión, al día siguiente fui al doctor de la privada. Yo siempre me he planteado que una 2ªopinión está bien, el problema es cuando te dicen cosas distintas, ¿qué haces? ¿vas a un 3er. médico para poder desempatar? pues eso. El caso es que el Dr. de la privada dijo que no, que aquello no era un señor de Cuenca sino un eritema nudoso. Cágate! tan sólo hay una cosa en el mundo que me fastidie más que las agujetas en músculos que hace dos días no estaban y es, enfermedades que antesdeayer no existían.
Bueno, el caso es que este buen señor es de los que te miran con cara de funeral y te dicen "no te preocupes, no es grave, pero tiene difícil solución", tócate un pie!. Se supone que el eritema nudoso suele salir en las piernas, pero el señor pudo ver que yo tan sólo tenía alojado al señor de Cuenca en la cadera, en las piernas nada. Eso fue curioso...jijiji...como sabéis, en mi oficina hace más frío que en la calle, así que suelo llevar vaqueros, mallas de esas pegadas para correr, medias para esquiar y botas con borrego por dentro (esto tan sólo de cintura para abajo), así que cuando fue a palparme las piernas, fue subiendo los vaqueros y se encontró con que aún había 3 capas más por apartar, decidió que era más fácil hacerlo por encima del vaquero. Me miró sorprendido ante tanta ropa y yo le dije "mi mamá siempre me ha dicho que no me deje violar, y yo lo he solucionado poniéndome muchas capas, así el violador se aburre y desiste". El que desistió de su exploración fue el Dr., de repente se dobló sobre su cintura y se fue al baño subiendo y bajando los hombros.
Bueno! que me despisto! el caso es que me dijo que era un eritema y me mandó unos análisis de sangre que te cagas, tendrán que sacarme sangre en bidones, en lugar de en tubitos. 
En este caso, como había opiniones diferentes entre la Dra. Nieto y el privado, me encargué yo de desempatar, y decidí hacerle caso a la Dra. y seguir su tratamiento. A la semana, ya me encontraba mejor y el señor de Cuenca estaba menos esparcido y era menos doloroso. 
Ayer tuve que volver a la Dra. Nieto. 
Ella dijo que había que meterle una cuchillada al señor de Cuenca, ya que sino, no saldría. Se me ocurrió decirle lo del eritema, y ella muy ufana, llamó a otro médico a que me viera también y tener una segunda opinión dentro de la primera opinión.....me he liado.
El otro médico era largo largo como un día sin pan y grande grande como el pan mismo. Para que os hagáis una idea, era como Mario Vaquerizo, es decir, muy alto, y la ropa le quedaba canija. Parecía que pegó el estirón en la comunión y su madre se empeña en que siga llevando ese jerseicito que le queda tan mono. Era tan gordo y grande, que parecía que se hubiera tragado a Mario en sí mismo junto a Alaska. 
Pues bien, ese señor tan simpático se acercó a mi señor de Cuenca y decidió apretar y apretar hasta que se me empezaron a volver los ojos del dolor. Cuando empecé a ponerme blanca, decidió que era suficiente. El capullo luego me dijo que me había portado muy bien porque no había gritado y me manoseaba la pierna, será gili! si estuve apunto de perder el conocimiento!
Se decidió que no era un eritema y que debía ir a ver a la enfermera a que le metiera una cuchillada trapera al señor de Cuenca. Y allá que fui!
Me tumbé, ví la cara de "pobrecita chica, lo que tiene que estar pasando" y cuando sacó la navaja albaceteña, decidí dejar de mirar y ponerme a hablar como una cotorra.
Durante el proceso de acuchillamiento, se pasaron por allí la doctora Nieto, el doctor que se había tragado a Mario Vaquerizo y un autobús del imserso que tiene parada muy cerca de allí. 


La enfermera me dijo que me había portado muy bien, que me traerían muchas cosas los Reyes (mamá, toma nota) y me puso un apósito que evitará que el señor de Cuenca sufra de faringitis, y en la mitad del apósito me colocó una cara sonriente. Os pondría pruebas, pero la foto se ve muy mal.
Hoy tendré que ir a verla otra vez, parece que el señor de Cuenca aún está vivo.

14 comentarios:

  1. tener a Cuenca o ni que sea sólo un tío de Cuenca en la cadera debe ser chungo...qué cosas más raras te pasan!! con lo fácil y común que es tener una caries...

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  2. Pero Marusand, una caries no me daría para un post a no ser que el dentista esté buenísimo y me metiera algo más que el torno...... y sin embargo un tío de Cuenca alojado en mi cadera, sí me da juego, compréndelo. Mi cuerpo se alía conmigo para que tenga cosas que contaros y que no decaiga.

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  3. Si hubiera sido un señor de murcia también te habría salido Ninette. Que salga pronto ese señor y se pire pa Cuenca, y se deje de dar por saco!

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  4. Aquí se presenta el señor de Murcia, por si hay que meterse en la otra cadera...

    Feliz Año y que mejores de ese Conquense. Un beso.

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  5. Cuídate maripelos!!
    MUACKKKKKKKKKKK!

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  6. Acabo de comentarte en mi blog que vayas al médico. No me lo tengas en cuenta, aún no había leido tu post.
    El Sr. de Cuenca no será ese que va a ver a Ninette con el dedo índice tieso mientras sostiene unos pasteles ¿nooo?

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  7. Mira el coletas! Donde te has dejado a Ninette????!!!!!

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  8. Os ha dado con Ninette y el señor de murcia, eh? mira que le he puesto en Cuenca para evitar todo esto, pero sois incorregibles! jajaja

    PArece que aún se quedará unos días, Ray, dice que hace mucho frío ahí fuera.

    Ya era hora de verte la coleta, MAru, se te echa de menos.
    Pues si te apetece, te puedes alojar en la otra cadera, el michelin ya no está y hay más sitio

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  9. Creo que no, Marububo, que no es ese señor, por ahora yo no le he visto los dedos...espera....los urólogos de dónde son? esos también son señores y llevan un dedo tieso, verdad?

    Ray, el Maru es un despistado y siempre se anda dejando las cosas por ahí, en caderas ajenas y demás.

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  10. «Antes de» te leía y me descojonaba. Ahora me descojono cuando pienso que voy a leerte. El Ayuntamiento debería poner chicas tan simpáticas como tú en cada parada del Metro y la vida urbana sería más llevadera.

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  11. La razón de que haya un antes de y un después de, será nuestro secreto, Maruandi.....
    Gracias amigo, por tus piropos, cuando no soporte más al torero y a sus espárragos, exploraré ese nuevo campo profesional del que hablas.

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  12. Si es que te tengo dicho que hay veces que es mejor estar sola que mal acompañada pero tú ni caso y luego se te acopla cualquier indeseable como el de Cuenca....

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  13. Jo....nunca aprenderé Maritati....tienes toda la razón.

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