Se supone que las navidades son días en los que te juntas con los que quieres, o con la familia, o con amigos.....pero lo importante es sentirte bien, a gusto, feliz y querido. Además de ponerte pujo (como dice Bubo) a comer y beber cosas ricas que no volverás a probar hasta la próxima boda o las siguientes navidades, lo que llegue primero.
En varias ocasiones os he contado que no soporto las navidades. En parte por las personas que me faltan, en particular una de ellas, y en parte porque me he hecho mayor y consciente.
Siempre he dicho que la felicidad reside en la ignorancia y por desgracia y con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que una familia no es un grupo de personas con cierta consanguinidad, sino que una familia está compuesta por personas que te quieren, te aceptan, no te juzgan o al menos, disimulan bien.
Así que, bueno, desde que mi yaya falta, me prometí que rompería lazos de consanguinidad y mantendría relaciones familiares con quien realmente se lo mereciera. Por otro lado y por suerte o desgracia, me debo a mi núcleo familiar y debo acudir a la cita puntualmente cada 24 de diciembre.
Mi prima Maripili me ha regalado una máxima: "si algo no te gusta, piensa qué puedes hacer tú para cambiarlo" y yo ya tengo un plan para celebrar mi propia navidad mañana sábado 28 de diciembre:
Dormir hasta que me canse.
Un buen baño de espuma.
Un menú que constará de:
De primero, y para abrir boca, copita de vino rosado espumoso y un platito de gulas con ajito y guindilla.
Después, un consomé de ave.
Botellita de Yllera para ayudar a pasar el jamoncito de bellota, el jamón de pato y el queso con arándanos.
De segundo, chuletón de buey con foie de pato.
De postre, piña y yogur con mermelada de frutas.
Después del homenaje, siestecita reparadora y al caer la tarde, un buen paseo por la capital para admirar las luces de navidad, asomarme a los mercadillos navideños y quizá una parada en "boxes" para recuperar fuerzas en uno de los garitos "chic" de la zona para regalarme otra copa de vino y una tapa de autor.
Y entonces, por fin, podré decir: FELIZ NAVIDAD!
No sé por qué he imaginado que te ibas a comer todo eso en la bañera ;P
ResponderEliminarFelices fiestas!
Joé Doctora, pues lo he intentado! pero no conseguía encontrar sitio a la copa de vino y a la sartén, amén de que se me quedaban las cosas frías. Vamos, que de tanto entrar y salir de la bañera al microondas he pillado un catarro de cagalse!
EliminarJejeje qué deseos inocentes tigresa! No te pega para nada ese plan navideño...
ResponderEliminarPásate por mi nuevo blog q tienes un regalito;)
Solete, es que yo soy muy inocente, ya lo sabes.
EliminarPásame el nombre de tu nuevo blog por wassap que no sale en tu perfil.
Y tanto que eres inocente!! Jajajaja nuevo blog? LagartOsslagart@ss!! Nooooor!!:)
EliminarSolete, no me engañes! que yo me lo trago todo (jijiji)
EliminarQue lo importante de la Navidad es estar a gusto. Da igual el día.
ResponderEliminarBubo, a gusto estuve un rato largo, ya os contaré. Viví más que mi propia navidad, la noche de los muertos vivientes pero estuvo guay!
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